Hay diversos tipos de movimientos en escena. Tenemos los derivados de lo que llamamos las acciones sico-físicas, no es más que los movimientos necesarios y orgánicos para acometer una determinada acción, sea tan pequeños como un gesto, o mas elaborados como un ritual de amor. No podemos evadir a menos que por dirección tengamos claramente especificados no hacer movimientos, pues dentro del planteamiento del director eso es importante.
El director va puliendo y ajustando dichos movimientos derivados de las acciones psico-físicas a su conveniencia, pero respetando en lo posible al actor para no generar algo que enturbie el proceso creador. Si algo no es comprendido debe tomarse el tiempo para alcanzar una comprensión orgánica del actor a estos ajustes.
Luego tenemos las actividades planteadas por la escena, sea tales como vestirse, prepararse el desayuno o simplemente estar sentado en un trono aprobando o desaprobando las minutas del consejero del Rey. El teatro cubre un amplio espectro de formas y estilos, en un teatro como el griego, las actividades pueden no ser tan cotidianas o estar referidas a el estilismo propio de un montaje clásico griego donde los personajes tiene formas y movimientos muy específicos o en algunas formas de teatro oriental tener patrones preestablecidos con un significante, tales movimientos pueden tener un simbolismo preestablecido. Todas estas serán actividades.
Claramente vamos a tener dentro de un obra una gran coreografía que se va formando en los ensayos pero que también el director va estableciendo para alcanzar objetivos propios de su arte. Crear momentos, imágenes. Es importante el ensayo pero también que el actor establezca divisiones orgánicas que le permite saber esquemáticamente a donde va y de donde viene dentro de la obra. Si en algún momento se pierde en una escena poder reubicarse estableciendo en que momento se encuentra. Los momentos para cada actor es cuando su personaje comienza a desarrollar un objetivo especifico, o dentro de un mismo objetivo cambia la forma de alcanzarlo. Dentro de un momento se tiene direcciones de movimientos, acciones, actividades. en un momento se va de un punto A al B, luego al llegar al B sabemos que entramos en otro momento que va al punto C. Si sentimos que algo nos falta en nuestra composición para llegar a un punto B, aplicamos aquello que nos ayude para ese momento, luego desechamos y vamos a otro momento con otras características. De esta forma ayudamos enormemente a la memoria, pues sabemos que al comprender en que momento estamos, por ejemplo momento de la descarga, donde nos toca descargar toda nuestra rabia contra otro personaje, al saber que viene ese momento vamos preparándolo, desde el momento que se genera la rabia. En teatro hay cierta sincronicidad, del punto A se pasa al B y así sucesivamente. Por ello hacemos incapie en la memoria y en su capacidad de empaquetar un momento y cuando toque, la memoria actuar de forma instantánea sabiendo que toca en ese bloque, movimientos, acciones.
El cine y la televisión son mayormente asincronicos por lo tanto no es tan necesario usar los momentos como esquema de ruta, sino serán más como un esquema de coherencia, permitiendo llevar secuencia actoral, sobre todo de los aspectos emocionales, al igual que la coreografía de directrices, es más de aprendizaje inmediato por la característica tan de pedacitos de la filmación en cine y grabación en televisión.
Por lo que para ayudarse en la memorización de los movimientos, ubiquelos por momentos, relacionelos cuando sea posible con las acciones y el objetivo, justifique en los casos que sea necesario, aquellos movimientos que sean de razones puramente estilistas, para que le permita seguir creando el personaje con FE EN LA VERDAD ESCÉNICA.
Realice un croquis de movimientos, según los momentos. lo que internaliza no se olvida.
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