El uso de animales para caracterización tuvo su origen en unos talleres que Stanislavski realizaba con cantantes de ÓPERA. Desde los ORÍGENES, el ejercicio busca eliminar patrones, dar al actor un elemento que le ayude en el proceso de construcción de personajes, trabajar para romper esa conciencia de SÍ MISMO y EVITAR EL ACTUAR, de modo que nuestro EGO no se muestre pretencioso como un niño en acto escolar con un letrerito que diga: MIRENME, MIRENME. El maestro buscaba que la concentración del cantante no se enfocara en SÍ MISMO ni en su autosuficiencia, sino que, al trabajar con un animal, su mente se enfocara y se estimulase, aportando nuevas FORMAS de expresión. A lo largo del tiempo, el ejercicio ha mostrado sus múltiples posibilidades, sobre todo en la construcción de personajes, y ha ayudado al actor a obtener características de su papel que le resultan difíciles de lograr.
El uso de animales puede ayudar a una caracterización integral, como en un personaje basado totalmente en un animal; pero también puede emplearse para aspectos específicos: caracterización vocal, trabajo de energía y ritmo, forma de caminar o de moverse, apoyar un momento escénico o dotar al personaje de una cualidad ANÍMICA. No trabajamos directamente con las emociones, pero el uso de animales puede estimular la IMAGINACIÓN para potenciar los aspectos emocionales.
El resultado final del uso de un animal no consiste en ver a una rata, un gato o un perro caminando y recitando líneas en la obra (en los talleres de teatro, los instructores guían el proceso hasta que el personaje sea más humano que animal). Es una capa adicional que se aporta al personaje.
El proceso de crear el animal se basa inicialmente en la ETAPA OBSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN, que puede incluir visitas a zoológicos y, hoy en día, el visionado de vídeos en Internet. Esto permite analizar el comportamiento de los animales: cómo atacan, cómo buscan alimento, por qué realizan determinadas acciones. Tras esta investigación, se inicia la ETAPA DE IMITACIÓN FÍSICA: cuanto más minucioso, mayor será el aporte. Progresivamente se va “parando” ese animal en la ETAPA PARANDO EL ANIMAL, hasta que camina (ETAPA CAMINANDO Y MOVIENDO EL ANIMAL) y luego se humaniza en la ETAPA HUMANIZANDO EL ANIMAL VOCALIZANDO. Finalmente, en la ETAPA USANDO EN UN PERSONAJE, ESCENA O MOMENTO, el actor incorpora ese trabajo al texto.
1.- ETAPA OBSERVACIÓN E INVESTIGACIÓN
2.- ETAPA DE IMITACIÓN FÍSICA
2.a Imitación del movimiento2.b Imitación de actividades (comer, atacar una presa, jugar)
3.- ETAPA PARANDO EL ANIMAL
La columna será el eje sobre el cual iremos parando ese animal.
4.- ETAPA CAMINANDO Y MOVIENDO EL ANIMAL
5.- ETAPA HUMANIZANDO EL ANIMAL VOCALIZANDO
6.- ETAPA USANDO EN UN PERSONAJE, ESCENA O MOMENTO
¿CUÁNDO UTILIZAR UN ANIMAL EN EL TRABAJO ACTORAL?
Un animal aporta PERSONALIDAD y VARIEDAD a los personajes que podemos interpretar. Es una buena COLUMNA VERTEBRAL sobre la que sustentar las capas de la ejecución actoral.
Marlon Brando, en EL PADRINO, empleó distintos animales: algunos mencionan un bulldog, otros un elefante. Indudablemente, Brando buscaba un ritmo más lento y la impresión de peligro. Corleone es un hombre muy mayor, el más temido. Brando tenía 47 años, era seductor y estaba en plenitud.
Susan Batson considera que Robert De Niro trabajó como una cobra en Cabo de MIEDO, de Martin Scorsese, y destaca la terrible escena con Illeana Douglas, donde la violación se representa como el ataque certero de una serpiente que culmina en un mordisco. Hay numerosos momentos que remiten a la imagen de la cobra.
Cuando nos planteamos una escena así, con un personaje tan escabroso, quizás un SÍ MÁGICO resulte contraproducente y bloquee a algunos actores. No fue el caso de Anthony Hopkins en EL SILENCIO DE LOS CORDEROS, quien usó un SÍ MÁGICO y le funcionó. Ambos intérpretes compitieron por el OSCAR de 1992; Hopkins se alzó finalmente con la estatuilla por su extraordinario Hannibal Lecter.
No es necesario que se vea el animal: lo importante es el personaje que se construye a partir de ese animal.
Humanizar el rugido de un león, por ejemplo, puede aportar elementos de fuerza que quizá no poseamos como personas. En el caso de mendigos o personajes ambulantes sin esperanza, un animal como el perro nos ayuda a reflejar un comportamiento lastimero y expectante al pedir una limosna: la mirada perruna al esperar un trozo de pan. La sensualidad, en cambio, puede guiarse por la de una gata. Siempre buscamos aquello que no tenemos o que nos cuesta aportar al personaje.
Otro gran actor que recurrió al animalismo fue Dustin Hoffman en Midnight Cowboy y Papillon.
El recurso existe y funciona muy bien.
Hola muy interesante la información, me gustaría si es posible conocer la fuente.
ResponderEliminarGracias por comentar. La técnica la conoci a través de mi profesora Bonnie Morin en el taller del Metodo, hace ya muchos años. Pero hay mucha bibliografia sobre la técnica:
Eliminar1. Stella Adler - The Art of Acting
2.The Lee Strasberg Notes
3.On Method Acting Edward Dight
4. Truth: Persons,Need and Flaws in the art of building actors and creating characters... Libro que no dudo en recomendar ampliamente
Gracias a internet hoy en día tenemos acceso a mucha bibliografia de dificil acceso hace muchos años atras. Aunque mucho esta en ingles..
Saludos
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ResponderEliminarMaravilloso resúmen! Muchísimos gracias por tan acertado análisis. A muchos les cuesta entender precisamente eso: cada quien crea su propio proceso, partiendo de una buena práctica y con grandes maestros. Nuevamente gracias.
ResponderEliminarGRACIAS por su comentario y por leerme.
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