Uno de los grandes retos para el actor moderno, así como para los directores, es el trabajo en la comedia,y de manera especial en sus vertientes como la sátira, la farsa. Nada nuevo si pensamos en que ya desde los orígenes había este contraste entre personajes como Medea de Euripides, y un personaje de Aristófanes.
Una obra puede ser dramática, y tener un personaje que por su carácter o por situaciones en las que se ve inmerso genere la risa, así una comedia contar con personajes serios en situaciones cómicas. En el teatro moderno, bajo la influencia de los movimientos artísticos desarrollados a finales del siglo XIX: como el realismo, el simbolismo, naturalismo, con dramaturgos como Ibsen, Chejov, Strindberg, unido a los avances en las técnicas actorales desarrollados por Stanislavski -que fueron de gran influencia en el siglo XX-, así como con el advenimiento de la televisión, el cine y el multimedia, nos ha llevado a una concepción del personaje más real, más orgánica. Personajes que aun en genero comedia, no son personajes bufonescos sino que la situación, el comportamiento, el enredo generan una respuesta en el público.
Las grandes comedias requieren grandes actores, que enfrenten el personaje desde la seriedad, y no desde un clise comédico. Dentro de la comedia se esconde la hiel de una critica, muchas veces envuelta en ironía y/o burla. Shakespeare en Hamlet, en un ejercicio del teatro dentro del teatro, nos da una lección magistral sobre el fin último de la comedia. Hamlet la usa para confrontar al tío y a la madre adultera, buscando que a través de la representación se genere una respuesta que delate su culpabilidad, y así confirmar sus sospechas. Las grandes comedias no buscan hacer reír, sino a través de la risa decir grandes verdades y generar una respuesta emocional e intelectual del espectador.
Las grandes comedias requieren grandes actores, que enfrenten el personaje desde la seriedad, y no desde un clise comédico. Dentro de la comedia se esconde la hiel de una critica, muchas veces envuelta en ironía y/o burla. Shakespeare en Hamlet, en un ejercicio del teatro dentro del teatro, nos da una lección magistral sobre el fin último de la comedia. Hamlet la usa para confrontar al tío y a la madre adultera, buscando que a través de la representación se genere una respuesta que delate su culpabilidad, y así confirmar sus sospechas. Las grandes comedias no buscan hacer reír, sino a través de la risa decir grandes verdades y generar una respuesta emocional e intelectual del espectador.
Otra vertiente de la comedia viene dado por la comedia del arte, y sus personajes arquetipos, que funcionaban muy bien en diferentes situaciones, y obras. Divertían en la edad media llevando como gitanos sus espectáculos de pueblo en pueblo, muchas veces las obras tomaban personas conocidas para lograr una identificación y hacer un personaje mas divertido, usando características y exagerándolas generando con ellas las risas del publico cuando identificaban los referentes. De allí vienen la sátira, la farsa y los personajes esperpénticos.
Estas diferentes vertientes que se manejan hoy en día, representan un reto para un actor o director, sobre todo por los elementos en los que muchas de ellas se basan, como es el caso de las costumbres, que reflejan una época, pero hoy se presenta más como una representación histórica y no como lo que era en su tiempo, algo cotidiano y actual. Continúan representándose porque mantienen la esencia de lo arquetípico que trasciende las épocas,ejemplos el sainete. Sino se logra comprender esta esencia atemporal, puede resultar en un ejercicio incomprensible que pierde su comicidad.
Ahora ¿Cómo enfrentamos este tipo de personajes? ¿ Es posible hacer orgánicos estos personajes?
Ahora ¿Cómo enfrentamos este tipo de personajes? ¿ Es posible hacer orgánicos estos personajes?
No hay otra forma, si el personaje no es creíble, verosímil, no llega al espectador de una forma sensorial, no es entendido.
¿Es posible que una caricatura, un personaje irreal nos conmueva?
La respuesta es un contundente, si. Aportar vida, es aportar verdad, para que funcione el personaje no debe buscar la risa, ser cómico per se, un actor no es un bufón, cuya función era hacer reír al rey, usando un vestuario ridículo,y chistes, cabriolas. En el teatro,lo que genera la risa es un proceso donde interviene los fenómenos de percepción, pero primordialmente hay un proceso mental, del intelecto que traduce lo que ocurre en el escenario, y este comprensión genera la risa, porque se entendió la critica,de lo que somos,de nuestro comportamiento,o de algo que reconocemos en el otro,situaciones que vivimos. El espectador debe sumergirse en la situación en un proceso de atención. Si el actor en su ejecución, crea un personaje desconectado de la situación, del planteamiento, del mensaje que se va a enviar, hace una morisqueta, genera que haya una percepción de falsedad, que es posible genere una respuesta de valor hacia lo que ve, sea de burla o reprobación, que se dirige mayormente hacia la pericia en la ejecución de ese actor, que puede ser extensible a la obra y su director. ¡Qué pésimo actor!, ¡la peor obra que he visto en mi vida!. En el teatro, el espectador cuando no se conecta con la obra, no capta su atención, por lo general sufre, pues no tiene opciones de escape para distraer su atención, lo que sucede en el escenario es algo tedioso, por lo que puede llegar a salirse del espectáculo.
¿Es posible que una caricatura, un personaje irreal nos conmueva?
La respuesta es un contundente, si. Aportar vida, es aportar verdad, para que funcione el personaje no debe buscar la risa, ser cómico per se, un actor no es un bufón, cuya función era hacer reír al rey, usando un vestuario ridículo,y chistes, cabriolas. En el teatro,lo que genera la risa es un proceso donde interviene los fenómenos de percepción, pero primordialmente hay un proceso mental, del intelecto que traduce lo que ocurre en el escenario, y este comprensión genera la risa, porque se entendió la critica,de lo que somos,de nuestro comportamiento,o de algo que reconocemos en el otro,situaciones que vivimos. El espectador debe sumergirse en la situación en un proceso de atención. Si el actor en su ejecución, crea un personaje desconectado de la situación, del planteamiento, del mensaje que se va a enviar, hace una morisqueta, genera que haya una percepción de falsedad, que es posible genere una respuesta de valor hacia lo que ve, sea de burla o reprobación, que se dirige mayormente hacia la pericia en la ejecución de ese actor, que puede ser extensible a la obra y su director. ¡Qué pésimo actor!, ¡la peor obra que he visto en mi vida!. En el teatro, el espectador cuando no se conecta con la obra, no capta su atención, por lo general sufre, pues no tiene opciones de escape para distraer su atención, lo que sucede en el escenario es algo tedioso, por lo que puede llegar a salirse del espectáculo.
La comedia debe enfocarse con seriedad, con una investigación de los elementos que definen el personaje, la situación, la obra: ¿Cómo y porqué genera la risa?¿Cuales son los elementos de comedia de una obra? ¿por qué es cómico un determinado texto, una situación? ¿qué representa el personaje? ¿por qué se caricaturiza, y cual o cuales son los elementos necesarios a destacar para llevar un concepto que puede provocar la risa?
Sino define el papel que juega su personaje dentro de la situación planteada para llevar un mensaje, habrá un fracaso, no se trata de su pericia como actor, sino la falta de comprensión de lo que genera la comedia en esa obra. Puede ser libre al crear, puede ser tan orgánico como quiera, pero si no esta en conexión con la partitura que genera el mensaje, no va a obtener la respuesta. Y aun entendiendo el actor la obra, viene el reto de crear los elementos para que el publico lo decodifique, si hay subjetividad, pobreza, falta de comprensión, no habrá un proceso de entendimiento en el espectador. La caricatura parte de un referente, y este es una persona, un ser humano. La exageración, la exaltación de vicios, virtudes,y cualidades humanas: físicas, espirituales ,intelectuales; forman parte de un proceso de caricaturización.
Es importante alejarse del clise, por ejemplo: una señora rica, en una época quizás la afectación era común en cierto nivel social, así que la exageración generaba la risa, hoy es un clise que exaspera, una teatralidad que espanta a los espectadores que no identifica que se presenta allí, algunos entiende aunque jamas puedan reconocer en la vida alguien similar o a lo sumo que le evoque a alguien. Y es que en el clise, el actor se basa en una entelequia, algo que solo esta en su imaginación como un patrón de perfección, pero que solo existe para si mismo, es el personaje y al mismo tiempo es el referente. Puede ser cómico en lo ridículo, sobre todo cuando ese tipo de creación se usa en el drama, pero el fin del personaje no es intrínseco, el personaje tiene una importancia que está imbricada en el tema de la obra. Hay una razón y un porque existe totalmente relacionado a lo que se quiere contar, y sobre todo al mensaje con el que se quiere confrontar al espectador.
Sino define el papel que juega su personaje dentro de la situación planteada para llevar un mensaje, habrá un fracaso, no se trata de su pericia como actor, sino la falta de comprensión de lo que genera la comedia en esa obra. Puede ser libre al crear, puede ser tan orgánico como quiera, pero si no esta en conexión con la partitura que genera el mensaje, no va a obtener la respuesta. Y aun entendiendo el actor la obra, viene el reto de crear los elementos para que el publico lo decodifique, si hay subjetividad, pobreza, falta de comprensión, no habrá un proceso de entendimiento en el espectador. La caricatura parte de un referente, y este es una persona, un ser humano. La exageración, la exaltación de vicios, virtudes,y cualidades humanas: físicas, espirituales ,intelectuales; forman parte de un proceso de caricaturización.
Es importante alejarse del clise, por ejemplo: una señora rica, en una época quizás la afectación era común en cierto nivel social, así que la exageración generaba la risa, hoy es un clise que exaspera, una teatralidad que espanta a los espectadores que no identifica que se presenta allí, algunos entiende aunque jamas puedan reconocer en la vida alguien similar o a lo sumo que le evoque a alguien. Y es que en el clise, el actor se basa en una entelequia, algo que solo esta en su imaginación como un patrón de perfección, pero que solo existe para si mismo, es el personaje y al mismo tiempo es el referente. Puede ser cómico en lo ridículo, sobre todo cuando ese tipo de creación se usa en el drama, pero el fin del personaje no es intrínseco, el personaje tiene una importancia que está imbricada en el tema de la obra. Hay una razón y un porque existe totalmente relacionado a lo que se quiere contar, y sobre todo al mensaje con el que se quiere confrontar al espectador.
Un grado mas allá de lo caricaturesco viene dado por lo grotesco, lo esperpéntico. El fin moralizante de la sátira, nos lleva a un proceso mas allá de lo caricaturesco,nos lleva a que este dibujo de un referente adquiera proporciones grotesca, un grado de valor que no nos permita equivocarnos en el significado y el valor moral de un personaje. Hay un carácter corrosivo. Son personajes que pasa por un espejo cóncavo, deforma la realidad ya caricaturizada. Es bueno definir que a lo largo del siglo XX,lo esperpéntico -término con el cual se identifica a Valle Inclan, pero que el le dio crédito, muy inteligentemente, a Goya - ha influenciado a muchos escritores no solo de teatro. Estas visiones expresionista han influenciado al teatro del siglo XX, generando espejos de realidades deformadas para aumentar la carga significativa de la realidad. Aunque esta característica corrosiva, es una cualidad que casi lo lleva al absurdo. Su carga pesada de significante desdibuja un poco lo humorístico, pues su fuerza está en la ironía. Dicho esto es patente la dificultad de encarar estos personajes desde la liviandad de los personajes de teatro infantil, o la simple caricatura. No es posible olvidar la profundidad de lo descarnado del mensaje. Aunque claro esta que no es lo mismo la profundidad de las obras de un Valle Inclan que muchas de las obras de los creadores a los cuales influyó con el concepto del esperpento, y lo grotesco. Aunque el grotesco es un género de comedia mas liviano, con orígenes diferentes al esperpento, para el proceso actoral son afines, pues comparte esa raíz caricaturesca deformada. Estos personajes esperpénticos han sido muy comunes en el teatro del siglo XX. El actor debe decodificar los elementos para transformarlos en orgánicos y su representación de estos elementos deformados genere realmente la comprensión del mensaje, se establezca un verdadero proceso de atención. Sin esto realmente no tendrá sentido la representación.
Justo lo que estaba buscando, buen desarrollo y bien explicado.
ResponderEliminar'Me alegra. Gracias por leerme.
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