El actor o la actriz necesita comprender la obra, su tema y su argumento. El argumento es la historia que va a plantear uno o varios temas. Hay diferencias cuando hablamos de cine, teatro o televisión. Pero nos enfocaremos en el teatro, pues vamos a referirnos a la obra de La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.
Esta fue una de las últimas obras de Lorca antes de ser asesinado en 1936, no fue publicada sino hasta 1945. Lo primero que destaca es que la obra tiene un subtitulo Drama de las mujeres en los pueblos de España. Por lo que es una obra que tiene como figura central a la mujer. En este caso son varias mujeres.
Bernarda Alba impone el rigor para que su casa sea decente y no se vea afectada por la falta de un hombre. El escarnio público es uno de los miedos de Bernarda. Los hombres en el velorio permanecen separados, y se les trata con deferencia, se les envía licor y ellos envía dinero para ayudar a las mujeres de la casa.
La obra comienza, presentando a los personajes que no son parte de la familia, e introduce un tema importante como es el de las clases sociales. Poncia es una mujer de la edad de Bernarda, que ha sido durante muchos años su criada fiel. Es la mano derecha de Bernarda, y tendrá influencia en las mujeres que viven allí para que se cumpla la voluntad de Bernarda, es su esbirra. Pero en estas primeras escenas la vemos dándose gustos porque la ama no está. Y pues se despacha a sus anchas para criticar a Bernarda, se luce, presume frente a la criada, que es la que hace el quehacer, casi que el nivel más bajo de la casa, pero hay dos personajes aún más abajo. La primera que aparece fuera de escena, La madre de Bernarda, de la cual hablan sin ningún respeto, y luego una mendiga que pide las sobras.
Ya vemos que se ha comenzado a establecer un sistema de jerarquía, clases sociales. La mendiga es despreciada por la criada, el nivel más bajo de la casa. No hay empatía con la otra mujer, que muy posiblemente no tiene marido y debe criar a sus hijas sola.
La ausencia de hombre se transforma en un problema para la mujer. La mujer sin hombre no tiene un buen destino.
El hombre que viene a ser la figura central, que no aparece, pero es referido por las mujeres, que desata las pasiones, las envidias, el deseo. Ese hombre merodea la casa de Bernarda Alba, con toda su masculinidad, en las noches montado en su caballo. Pepe el Romano, el prometido de la mayor, Angustias de 39 años, que no es hija del difunto, y tiene una dote, herencia de su padre. En esta jerarquía de estas mujeres, el dinero es importante. Pepe el Romano, es el hombre que Bernarda ha escogido para dirigir su casa, el que heredaría el patriarcado de sus difuntos maridos. Pero es un hombre joven de 25 años, y es cuando comienza las disputas en la casa de Bernarda.
Es allí donde Lorca completa todas las posibilidades que tienen las mujeres en esa época, en los pueblos.
Las 5 hijas de Bernarda.
Angustias (39 años) sufre el tormento de no poder ser independiente a pesar del dinero, su tiempo de fertilidad se acaba. A pesar de estar prometida con Pepe Romano, se siente insegura. Sabe que ella es la elegida por su dinero.
Magdalena (30 años) sufre pues era apoyada por el padre, y gozaba de libertad e independencia, no quiere casarse, reciente la figura del hombre. " Ni las mías ni las vuestras. Sé que yo no me voy a casar. Prefiero llevar sacos al molino. Todo menos estar sentada días y días dentro de esta sala oscura"
Magdalena reciente la ley de la madre para las mujeres de la familia. "Aquí se hace lo que yo mando. Ya no puedes ir con el cuento a tu padre. Hilo y aguja para las hembras. Látigo y mula para el varón. Eso tiene la gente que nace con posibles."
Magdalena no quiere seguir las normas y va toda fachosa:
Una menos que va a sufrir en manos del hombre, de todo este orden social contrario a la mujer. Hay rebeldía en Magdalena. Una feminista, pero no es la rebeldía activa de Adela, que quiere ir en contra de todo. Ella asume que poco puede hacer más que mantener una libertad interna. No cede a la hipocresía.AMELIA.— (A Magdalena.) Llevas desabrochados los cordones de un zapato.
MAGDALENA.— ¡Qué más da!
AMELIA.— ¡Te los vas a pisar y te vas a caer!'
MAGDALENA.— ¡Una menos!
MAGDALENA.— (Remedándola.) ¡Ah! Ya se comenta por el pueblo. Pepe el Romano viene a casarse con Angustias. Anoche estuvo rondando la casa y creo que pronto va a mandar un emisario.
MARTIRIO.— ¡Yo me alegro! Es buen hombre.
AMELIA.— Yo también. Angustias tiene buenas condiciones.
MAGDALENA.— Ninguna de las dos os alegráis.
MARTIRIO.— ¡Magdalena! ¡Mujer!
MAGDALENA.— Si viniera por el tipo de Angustias, por Angustias como mujer, yo me alegraría, pero viene por el dinero. Aunque Angustias es nuestra hermana aquí estamos en familia y reconocemos que está vieja, enfermiza, y que siempre ha sido la que ha tenido menos méritos de todas nosotras, porque si con veinte años parecía un palo vestido, ¡qué será ahora que tiene cuarenta!
Amelia (27 Años) Es el personaje que siempre esta enterada de todo. Esta adaptada, la sometida. Que sobrevive sin recriminarse, sin resentir, acepta el destino. Es como la hija que termina al final cuidando a la madre, solterona. Conoce todo lo que sucede alrededor, pero no participa, acepta.
Martirio (24 años) Es débil, enfermiza por ello debe sobrevivir. Aunque aparenta despreocupación.
"MARTIRIO.— Es preferible no ver a un hombre nunca. Desde niña les tuve miedo. Los veía en el corral uncir los bueyes y levantar los costales de trigo entre voces y zapatazos, y siempre tuve miedo de crecer por temor de encontrarme de pronto abrazada por ellos. Dios me ha hecho débil y fea y los ha apartado definitivamente de mí."
Oculta sus deseos y su envidia por su hermana, porque tiene el hombre. Y luego actuará para perjudicar a Adela que es de quien Pepe Romano se ha enamorado. Es la propiciadora de la desgracia de Adela. Martirio significa la que inflige el sufrimiento, la que lo propicia, la que atormenta.
Resiente que la madre le haya impedido el romance con Enrique Humanes. Pero Bernarda supo ver que el solo buscaba deshonrarla. Martirio es orgullosa, y busca ocultar el dolor causado por que Humanes termino casado con otra más fea, pero con dinero.
Martirio está en el centro de la lucha entre Angustias y Adela por Pepe Romano. No impide, disfruta con saber que Angustia está siendo burlada por Adela, Y que Adela está siendo seducida por Romano, la desgracia de ambas es el disfrute de Martirio. Mientras ella mantiene ese deseo lujurioso por Pepe Romano, es la espía, la voyerista, es el pueblo que disfruta con el chisme, con la desgracia de otros. Lo que hoy llamarían falta de sororidad de las mujeres. La que envidia la dicha de otras, y actúa como delatora, propiciadora. Va moviendo los acontecimientos. Es uno de los personajes centrales de esta obra.
Adela (20 años) - La inocencia, la ilusión, La mujer que pasa de adolescente a ilusionarse con el hombre, sus palabras, su porte, a vivir el amor. Quiere tener esperanza, vestirse de verde, expresar todas la alegria de vivir, ser libre. Es la más guapa, la que tiene toda la energía. La que no se resigna. Es todo aquello que el patriarcado como dirían hoy reprime. Al contrario de Magdalena, Adela es activa en la búsqueda de su libertad como mujer. Se enfrenta a la madre. Es rebelde pero no porque está en contra del hombre, sino porque quiere ser alguien igual. No ha sufrido como Martirio el desengaño con el amor. Ella no actúa contra Angustias, sino contra lo impuesto. Pepe Romano es el amor, ella siente que tanto el como ella son víctimas.
El matrimonio como expresión del amor, como ideal romántico que se opone a la sociedad fundamentada en los intereses, en el orden establecido. Adela encarna toda la emoción de vivir una vida diferente, en libertad. Pero Adela no midió las consecuencias en un orden tiránico, donde el hombre no sufre las consecuencias.
Paca la Roseta es una mujer que vive su libertad sexual, pero debe vivir con las consecuencias de ser execrada de la sociedad.
LA PONCIA.— De muy lejos. Vinieron de los montes. ¡Alegres! ¡Cómo árboles quemados! ¡Dando voces y arrojando piedras! Anoche llegó al pueblo una mujer vestida de lentejuelas y que bailaba con un acordeón, y quince de ellos la contrataron para llevársela al olivar. Yo los vi de lejos. El que la contrataba era un muchacho de ojos verdes, apretado como una gavilla de trigo.
AMELIA.— ¿Es eso cierto?
ADELA.— ¡Pero es posible!
LA PONCIA.— Hace años vino otra de éstas y yo misma di dinero a mi hijo mayor para que fuera. Los hombres necesitan estas cosas.
ADELA.— Se les perdona todo.
AMELIA.— Nacer mujer es el mayor castigo.
Transversal a la obra está el tema de la sexualidad, siendo el hombre como el único que tiene necesidades. El deseo de una mujer de ser libre era motivo de que la consideraran prostituta. Las prostitutas gozaban de cierta libertad, pero deben tolerar ser un objeto del hombre para satisfacer el deseo. "esas cosas que los hombres necesitan". Y es así como Angustias, Martirio y Adela son la expresión de mujeres con deseos que obligan a reprimir tomando entonces cauces que generan conflicto en la casa de Bernarda. En su gallinero. Hay un caballo garañón incordiando esa casa. La sexualidad es un detonante. Pero no es una obra sobre la sexualidad reprimida, va dentro de un tema más amplio como la libertad de la mujer, y la desigualdad.
Pero el destino de Adela viene marcado por el castigo a la mujer decente que ha caído en la perdición.
LA PONCIA.— La hija de la Librada, la soltera, tuvo un hijo no se sabe con quién.
ADELA.— ¿Un hijo?
LA PONCIA.— Y para ocultar su vergüenza lo mató y lo metió debajo de unas piedras; pero unos perros, con más corazón que muchas criaturas, lo sacaron y como llevados por la mano de Dios lo han puesto en el tranco de su puerta. Ahora la quieren matar. La traen arrastrando por la calle abajo, y por las trochas y los terrenos del olivar vienen los hombres corriendo, dando unas voces que estremecen los campos.
BERNARDA.— Sí, que vengan todos con varas de olivo y mangos de azadones, que vengan todos para matarla.
ADELA.— ¡No, no, para matarla no!
MARTIRIO.— Sí, y vamos a salir también nosotras.
BERNARDA.— Y que pague la que pisotea su decencia.
(Fuera su oye un grito de mujer y un gran rumor.)
ADELA.— ¡Qué la dejen escapar! ¡No salgáis vosotras!
Allí está Adela viéndose reflejada, empática pues ve que puede ser su destino. Cae en cuenta del poder del escarnio público. hoy lo veríamos reflejado en las redes sociales que también imponen opresión al mismo tiempo de ser espacio de libertad, pero cuando actúan de forma concertada se transforman en caserías de brujas, cancelaciones, apedreamiento. Y Martirio está allí para ser el brazo ejecutor y martirizarla con un "vamos a salir también nosotras"
Bernarda es la dictadora, Martirio la torturadora; Poncia la que se lava las manos, delatora. Y son un reflejo de los elementos que conforma los gobiernos dictatoriales. García Lorca, nos habla también de la situación política al hablar del drama de la mujer oprimida. Bernarda es al mismo tiempo el eje de la cosmovisión de la mujer, así como la representación de los dictadores. Bernarda como mujer usa el poder para ocultar el miedo a que su casa, sus hijas se desgracien. Poncia son los ojos de Bernarda, cumple ordenes, deseos, castigos. Poncia tiene poder, pero lo ejerce en favor de si misma. Bernarda al final asume su debilidad, que toda su estructura de poder y miedo es para protegerse de su mayor debilidad ser mujer.
ADELA.— ¡Nadie podrá conmigo! (Va a salir.)
ANGUSTIAS.— (Sujetándola.) De aquí no sales con tu cuerpo en triunfo, ¡ladrona!, ¡deshonra de nuestra casa!
MAGDALENA.— ¡Déjala que se vaya donde no la veamos nunca más!
(Suena un disparo.)
BERNARDA.— (Entrando.) Atrévete a buscarlo ahora.
MARTIRIO.— (Entrando.) Se acabó Pepe el Romano.
ADELA.— ¡Pepe! ¡Dios mío! ¡Pepe! (Sale corriendo.)
LA PONCIA.— ¿Pero lo habéis matado?
MARTIRIO.— ¡No! ¡Salió corriendo en la jaca!
BERNARDA.— No fue culpa mía. Una mujer no sabe apuntar.
MAGDALENA.— ¿Por qué lo has dicho entonces?
MARTIRIO.— ¡Por ella! Hubiera volcado un río de sangre sobre su cabeza.
LA PONCIA.— Maldita.
MAGDALENA.— ¡Endemoniada!
BERNARDA.— Aunque es mejor así. (Se oye como un golpe.)
Cada personaje muestra su realidad en cada frase. Pero la más sorprendente es Bernarda cuando dice: "No fue culpa mía. Una mujer no sabe apuntar". Una mujer no tenía las armas para enfrentar todo ese esquema opresor montado sobre un destino: El matrimonio. La Abuela aun en su locura sabe que su única forma de escapar es el matrimonio. Es una metáfora de la misma historia. Un personaje importante representa la mujer de su tiempo, fingir demencia para sobrevivir.
Ifigenia de Teresa de la Parra también nos habla de este destino de la mujer. Maria Eugenia, es una especie de Adela, con ideas modernas que llega a la provinciana Caracas y termina claudicando sacrificada. La diferencia es que Adela enfrenta aterrada un destino cruel y toma una decisión extrema llevando a la Casa de Bernarda Alba a convertirse en una tragedia donde estas mujeres terminan sometidas al ostracismo, representado en la oscuridad, el luto.
García Lorca nos habla al inicio de la obra que a pesar del luto que toma la casa, las paredes son blancas, representando la inocencia, cinco mujeres vírgenes. Con un desencadenante la muerte del hombre de la casa. Bernarda toma las riendas de la casa para llevarla a buen puerto, pero su imperio de opresión no hace más que desencadenar lo peor, la casa se va oscureciendo, pervirtiendo.
El dinero, la belleza (las hijas de Bernarda son feas), la juventud, la pureza son los temas que dividen a estas mujeres, que según tengas esas cualidades impuestas por el deseo del hombre podrás alcanzar el éxito y lograr una mejor posición, pero para Adela fue su perdición al no entender que sin dinero se exponía al abuso, si era la menos fea, la más joven, pero no tenía dote, su valor era su doncellez.
Es así como nos los expone García Lorca al principio de la obra.
CRIADA.— (Llevando el canto) Tin, tin, tan. Tin, tin, tan. ¡Dios lo haya perdonado!
MENDIGA.— (Con una niña) ¡Alabado sea Dios!
CRIADA.— Tin, tin, tan. ¡Qué nos espere muchos años! Tin, tin, tan.
MENDIGA.— (Fuerte con cierta irritación) ¡Alabado sea Dios!
CRIADA.— (Irritada) ¡Por siempre!
MENDIGA.— Vengo por las sobras.
(Cesan las campanas)
CRIADA.— Por la puerta se va a la calle. Las sobras de hoy son para mí.
MENDIGA.— Mujer, tú tienes quien te gane. ¡Mi niña y yo estamos solas!
CRIADA.— También están solos los perros y viven.
MENDIGA.— Siempre me las dan.
CRIADA.— Fuera de aquí. ¿Quién os dijo que entrarais? Ya me habéis dejado los pies señalados. (Se van. Limpia.) Suelos barnizados con aceite, alacenas, pedestales, camas de acero, para que traguemos quina las que vivimos en las chozas de tierra con un plato y una cuchara. ¡Ojalá que un día no quedáramos ni uno para contarlo! (Vuelven a sonar las campanas) Sí, sí, ¡vengan clamores!, ¡venga caja con filos dorados y toallas de seda para llevarla!; ¡qué lo mismo estarás tú que estaré yo! Fastídiate, Antonio María Benavides, tieso con tu traje de paño y tus botas enterizas. ¡Fastídiate! ¡Ya no volverás a levantarme las enaguas detrás de la puerta de tu corral! (Por el fondo, de dos en dos, empiezan a entrar mujeres de luto con pañuelos grandes, faldas y abanicos negros. Entran lentamente hasta llenar la escena) (Rompiendo a gritar) ¡Ay Antonio María Benavides, que ya no verás estas paredes, ni comerás el pan de esta casa! Yo fui la que más te quiso de las que te sirvieron. (Tirándose del cabello) ¿Y he de vivir yo después de verte marchar? ¿Y he de vivir? "
En la estructura jerárquica la criada basa su posición en haber sido abusada por el patrón. El acoso sexual aparece en la obra de Lorca, un tema con el que aun lidiamos en la sociedad. Y ella hoy se desquita tomando las sobras, porque ha sobrevivido, y se asume viuda mostrando su dolor.
(Terminan de entrar las doscientas mujeres y aparece Bernarda y sus cinco hijas)
BERNARDA.— (A la Criada) ¡Silencio!
CRIADA.— (Llorando) ¡Bernarda!
BERNARDA.— Menos gritos y más obras. Debías haber procurado que todo esto estuviera más limpio para recibir al duelo. Vete. No es éste tu lugar. (La Criada se va sollozando) Los pobres son como los animales. Parece como si estuvieran hechos de otras sustancias.
MUJER 1.— Los pobres sienten también sus penas.
BERNARDA.— Pero las olvidan delante de un plato de garbanzos.
MUCHACHA 1.— (Con timidez) Comer es necesario para vivir.
BERNARDA.— A tu edad no se habla delante de las personas mayores.
MUJER 1.— Niña, cállate.
Bernarda impone el silencio, y el desprecio por la criada, por los pobres y es increpada por una muchacha joven, pero rápidamente es acallada la disidencia. Los jóvenes son los que más dispuestos están a rebelarse, pero también a sufrir las consecuencias, en esta escena del inicio ya vemos de lo que va a ir la obra.
De lo blanco al negro...de la ignorancia a la opresión. Esta es una obra política. Disfrazada dentro del estilo costumbrista donde la mujer es el centro de un critica a la sociedad de su tiempo, al poder del hombre, a la opresión, a la falta de libertad, igualdad y fraternidad está última entendida hoy como sororidad. No es poca cosa realizar un montaje de una obra que hoy 88 años después mantiene su vigencia, pues debe mas que contar la historia, poder lograr que el tema y la posición de Lorca logren revivir en escena y creen una inquietud. Recordemos que fue una obra prohibida, y Federico García Lorca fue desaparecido y fusilado en los inicios de la guerra civil española por el franquismo. Una obra que impone respeto en su naturaleza disruptiva y cuyo eje central es LA DESIGUALDAD que impone una sociedad que gira en torno al hombre, y el poder que se impone para doblegar a la mujer, y al extrapolarlo podemos identificar que habla en general de los seres humanos, mujeres, hombres, sin importar las preferencias, que podemos caer en estos sistemas que coartan la LIBERTAD.
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