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La puesta en escena, los actores y su relación con la obra, el tema y el autor



La esencia del teatro parte de que el público sea capaz de emocionarse, sentir, reflexionar, y quedarse con la idea que fue parte de un debate, que le dejó una pregunta en el aire por lo que debe ir buscando una respuesta luego de ver la obra.

De lo sencillo a lo complejo de lo complejo a lo sencillo. Ahora el público debe ser capaz de saber cuál es la pregunta del montaje. Jamas debería ser no entiendo el teatro, o es que no me gusta el teatro, no entendí nada. Tampoco debe ser condición conocer la obra. Los actores y actrices deben llevar todo el peso de ser un engranaje para lograr esa pregunta o dilema que debe dejar en el espectador. La escenografía, la iluminación la disposición escénica no son para mostrar ni preciosismo, ni innovación, ni grandes direcciones. La dirección es la traducción de los elementos más importantes de la obra que componen el tema.

El teatro ruso mostró a finales del siglo XIX y principios del XX, una actividad efervescente en tanto que había escritores cuyas obras representaban nuevos retos. Chejov, Georg Büchner, Tolstoi, como el sueco Strindberg, Ibsen entre otros. Estos autores iban desde el naturalismo al simbolismo. Era una nueva forma de ver el teatro. Y es por ello que se genera la necesidad de nuevas búsquedas en cuanto a la puestas en escena. Rusia tuvo a Stanislavski impulsando al naturalismo en su faceta de director, mientras buscaba nuevas formas para que el actor tuviera un sistema, un grupo de principios que le permitiera crear en escena, se un ente orgánico, que dentro de la repetición de cada función pudiese cada noche ser una ejecución novedosa. A la visión naturalista se le opone Meyerhold quien crea el concepto de espectáculo, poniendo al director como un creador con los actores como parte del todo, pero sin la libertad creativa orgánica que propone Stanislavski. 

De allí que la abstracción propuesta por Meyerhold no logre superar su falta de verdad. Una época muy emocionante, de propuestas y contrapropuestas, allí también aparece Vakhtangov quien aporta una visión más equilibrada entre actor, director, espectáculo y la obra de teatro.  El teatro no es el especio para el lucimiento del director, o de un actor, es una representación compleja que busca que emerja una verdad en escena que logre plasmar en un acto litúrgico un contenido que genere en el espectador una inquietud que le lleve a vivir una experiencia que a través de los artístico impacte en lo espiritual y genere la reflexión. Luego vendría Bretch con una propuesta distanciada de la vivencia que genera la identificación, buscando más que el público no olvidará que estaba viendo una representación teatral y que en ese espacio de alerta introducir el concento la enseñanza. Mas tarde  Grotowski buscaría profundizar en una propuesta dentro de la verdad, pero evadiendo lo convencional para buscar en el actor una respuesta mas desde la esencia del ser y el inconsciente sin que representará algo preconcebido, pero que pudiera ser reconocido por el espectador. Eugenio Barba buscaría un teatro que se adentra en la ritualidad y su relación con las culturas y la sociedad, y como ese acto involucra una experiencia que transforma la sociedad.  
 
Siempre habrá nuevas formas y búsquedas. Dentro de ese amplio espectro de posibilidades de la naciente dirección escénica, allí pues está el actor como parte de los recursos.  Algunas propuestas más en la línea de investigación del algunos de estos maestros. Algunos más cercanos al binomio obra y personajes, otras espectáculo-elementos que pueden ser personajes o no. La pregunta, premisa, propuesta que debe impactar el espíritu del espectador es ineludible, y debe estar enfocada en la obra que decidimos representar y el autor ni la obra ser solo una excusa para mi espectáculo. NO debe haber tan liviandad frente a la obra y su temática.

El carácter, el personaje, es una individualidad específica dentro de la obra. Si el actor o actriz no logra esa entidad, sea de forma orgánica o de forma inorgánica, habrá sido un sin sentido. Los personajes no son personas, los personajes no pueden ser entidades hieráticas o naturales, la forma la decide el autor, lo requiere la acción, el conflicto, lo que representa para el tema, eso no significa que no deba ser orgánico, y vivir la parte. Vivir la parte o su realidad escénica debe ser de principio a fin en todo momento que este a la vista del público.

El actor o actriz debe estar en un estado donde internamente debe estar creando o manejando las energías que lleven a generar la personalidad, el concepto, la identidad que representa. Debe haber una fuerza representada en un gesto que sea un sello desde el cual sea comprensible, un resumen de todo lo que ha creado desde el consciente y el inconsciente para tener ese estado donde vive y caracteriza al personaje.

La naturalidad no necesariamente es organicidad, ni creación desde el ser. No es un personaje vivo en escena per ser. No existe algo como un autotune para el actor. No hay algo que te afine, alinee con el personaje. Un tono natural como que ando muy chévere mascando chiclet solo es una línea muerta por donde un actor lleva el personaje.

Puedo ser un personaje llamado Magdalena, de llanto fácil y llorar y llorar en escena, pero ese llanto será efectivo en la medida que este sustentado en una fuerza de significado que el actor ha llenado con sus vivencias conectadas a las que el autor le insuflo al personaje. Quizás el llanto viene de no haber nacido hombre, de no ser libre, de tener que fingir sumisión, lástima de mí. Una actriz debería estar en todo momento respondiendo a todo lo que signifique le den una estocada en su herida, de manera que cuando llegue el diálogo, este cobre vida.

Si el público no oye, si hay atropellamiento, si en el momento no hay una acción dramatizada en curso eso se pierde. Ud. puede tener vestuarios muy arrechos, pero si Ud. está a ras del suelo las diferentes filas no verán sino espaldas y sabrán que hay algo tirado en el piso hablando. La principal preocupación de un director no es exhibir vestuario o estructura escénica, debe ser que el público le llegue cada elemento de contenido que ilumine el tema, la acción que está desarrollándose.

El uso de micrófonos cada vez es más necesario para que cada dialogo puede ser escuchado apropiadamente, permitir las caracterizaciones de la voz, mejor emisión de la voz con matices por ello no tema en invertir en esa área. Olvídese de retos vocales, ya la televisión y el cine son estándares a los que estamos acostumbrados.

Cualquier recurso usado en una obra de teatro debe tener una razón orgánica, y recuerde hacemos teatro para el público no para que nos vean otros compañeros de teatro. Cuando una obra tiene estructura de poder, clases sociales deben ser respetadas y los actores deben estar a la altura.

La obra y su representación no existen para el lucimiento de las individualidades. El lucimiento o digamos que el protagonista es la propuesta temática y el impacto que logre para generar esa reflexión, esa iluminación. Hay que construir con los recursos esa frase que lleva la carga temática y buscar cual es esa propuesta de reflexión, de debate que plantea el autor y que hace eco en el director.  En los dos posteos anteriores hablamos de la Casa de Bernarda Alba tenemos frases: ¡Nos hundiremos todas en un mar de luto!;  Silencio, silencio he dicho. ¡Silencio!;  Malditas sean las mujeres; ¡Mañana me pondré mi vestido verde y me echaré a pasear por la calle! ¡Yo quiero salir!; ¡Yo hago con mi cuerpo lo que me parece!;Nacer mujer es el mayor castigo; . Ya no aguanto el horror de estos techos después de haber probado el sabor de su boca.

Allí tenemos frase que hablan de la temática de la obra, de diversas formas de enfocar la obra. Pero no hay duda de que el ocaso que presenta la obra está relacionado con el destino que tuvo el poeta, y que hoy sabemos de los vientos de opresión trajeron la oscuridad a España y a Europa entera. Nos podría hablar también de los fundamentalismos religiosos que cada vez tiñen de oscuridad a la libertad. Lo importante es que la propuesta llegue al público. 

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