Hoy en día, la tendencia en
la formación actoral se basa en crear un actor multidisciplinario:
·
Actor - Bailarín
·
Actor - Mimo
·
Actor - cantante
·
Actor - crítico literario, teatral
·
Actor -
Psicólogo
·
Actor - Siquiatra
Los planteamientos en el
área son muy ambiciosos y cada día se le adiciona un nuevo campo, en el plano
del saber, al cual, el actor, debe abocarse en su proceso preparatorio. Dado
que, el nivel formativo es muy alto y exigente, puede decirse que se quiere formar
un superactor.
En el siguiente esquema se
muestran las diferentes disciplinas que son inherentes a la formación actoral.
El acceso a este
conocimiento y praxis, tendiente a lograr formar a un superactor, no es fácil;
es un camino tortuoso. Los obstáculos son de diversa índole, y, en parte, se
relacionan con las posibilidades del
interesado como con las del país donde se forme. Algunos de estos obstáculos se derivan de:
n
Costo : Si se
evalúa el costo del acceso a estas
disciplinas, fácilmente podemos llegar a valores muy superiores a un sueldo
mínimo.
n
Tiempo: Cada
disciplina requerirá de un lapso de tiempo para que el aprendizaje práctico y
teórico alcance un punto óptimo. Por lo tanto algunas disciplinas deberán
esperar turno para ser aprendidas. Podemos determinar que nuestro superactor
debería comenzar su formación desde muy niño; en caso contrario, será muy viejo cuando logre
estar listo para buscar trabajo.
n
Supervivencia:
Además de sufragar los costo de su formación debe mantener una calidad de vida
adecuada a sus aspiraciones artísticas. No puede, bajo ningún concepto,
excluirse del contacto con el arte de su tiempo y del pasado.
n
Entorno
familiar: El matrimonio, las relaciones sociales, la familia requerirán parte
de su tiempo y concentración afectando su objetivo.
n
Muchas de estas
disciplinas requieren un trabajo directo y personal. Esto encarece los costos.
n
Acceso a las
disciplinas: Los profesores idóneos muy posiblemente no estén en el país.
n
Y muchos otros.
Todo aquel que quiera
convertirse en actor, se enfrentará a estas exigencias que limitan sus
posibilidades de convertirse en un superactor.
¿Qué ocurre? Para responder
esto analicemos brevemente lo siguiente:
¿Cómo accede el iniciado a
estos conocimientos para convertirse en un superactor?
Hay tres formas de acceso:
·
Escuelas, instituciones de formación
multidisciplinaria
·
Compañías o grupos de trabajo con talleres de
formación continua
·
Tomar independientemente cursos de cada una de las
disciplinas planteadas.
Escuelas, instituciones de formación multidisciplinaria
La vía más expedita para acceder a todas estas disciplinas formativas para crear al superactor, vienen siendo las escuelas de teatro.Las escuelas e institutos tienen que lograr al superactor en un tiempo determinado, y a un bajo costo por unidad preparada. Para ello debe agrupar un alto número de estudiantes por materia para disminuir el costo del profesor por unidad preparada. Muchas disciplinas requieren el trabajo cuerpo - cuerpo entre formado y formador, por lo que tener un excesivo número de estudiantes limita la calidad de la enseñanza. Observando el cuadro de disciplinas de formación podemos deducir que habrá una gran cantidad de materias a impartirse en un tiempo que por lo general varía entre 3 a 5 años. Con tal cantidad de materias para un lapso de tiempo corto es casi imposible que se adquiera un conocimiento sólido. La calidad profesoral, factor de gran importancia en las carreras artística, es variable. Con tal cantidad de materias multidisciplinarias genera que la preparación actoral, que vienen siendo la preparación del ejecutante con su instrumento sufra por falta de tiempo e irónicamente se le reste importancia. A las escuelas e institutos no les es posible producir el superactor que quisieron formar.
Compañías o grupos de trabajo con talleres de formación continua
En un post anterior nos referimos a la tendencia. Por lo general una compañía teatral y su consabido taller de formación permanente, tienen una posición sobre el tipo de teatro que realizan. Por ejemplo un grupo enfocado en el teatro infantil, el mayor enfoque estará en técnicas que le aporten expresividad, creación de personajes arquetipados, desarrollo de energía, etc. Pero es seguro que también podrá encontrar grupo enfocado en la investigación, por lo cual serán enriquecedores en su formación. Por esta vía puede generarse el superactor, pero dependerá de la suerte.
Tomar independientemente cursos de cada una de las disciplinas planteadas.
Es la vía más frágil, pues muchos factores descritos arriba entran en juego: costo, tiempo, oportunidad. Este camino es el que más se acerca a la realidad de la mayoría de los actores. Y es la que genera en muchos la idea de falta de preparación, pues claramente si ademas comienza a trabajar, como hace para ser un actor antes de los 50 años. Muchos tendrán la suerte de acceder a maestros que los guíen, otros no. Este blog nace de la inquietud de guiar a quien desee ser actor en el camino de autoprepararse, esto significa definir que es lo que realmente necesita para convertirse en un actor, sin plantearse una meta tan ambiciosa como un superactor.
Nos hacemos, entonces, la
siguiente pregunta:
¿Requiere el mercado de trabajo al superactor?
Para responder se debe
evaluar el mercado de trabajo para el actor.
Básicamente se tienen tres
áreas de trabajo: La televisión, en primer lugar, seguida del teatro y el cine.
El orden establecido corresponde a la realidad venezolana.
La televisión es un medio de
entretenimiento que conecta, directamente, al consumidor con la oferta de
productos; de allí que, se mida su efectividad en términos de la posible
penetración del mensaje publicitario entre la masa de potenciales consumidores.
Esta penetración se hace a través de vehículos de entretenimiento, información,
etc. ; que actúan como elementos de atracción para formar un público cautivo:
esencialmente, un consumidor potencial. Por tanto, la televisión tiene
objetivos particulares, independientes del actor. Estos objetivos particulares
causan un ritmo de realización muy dinámico, sin gran profundización temática;
con exigencias artísticas basadas en el gusto de las masas, pues con ello,
garantiza una gran porción de televidentes.
Dentro de la televisión, la
telenovela es un vehículo de entretenimiento con una gran capacidad de
penetración dentro de las masas de consumidores. Por lo cual, la telenovela se
produce con el criterio de atraer a las masas; de allí que su temática tienda a
corresponder con el gusto popular. Entonces, su temática es superficial,
ligera, puesto que, se asume como un entretenimiento; es decir, un producto
para liberar el estrés para evadir los problemas cotidianos de las masas.
Por excelencia, en la
televisión la telenovela es donde el actor va a realizar su trabajo. La
telenovela requiere un actor que refleje el gusto del consumidor - ninguna
escuela puede desarrollar esta característica en el actor - Claro esta que,
también, requiere actores que puedan apoyar la trama, al protagonista; pero, en
general, estos actores deben estar en consonancia con la idea predominante - en
el momento - derivada del gusto del consumidor, tanto en su aspecto físico, como en su estilo de trabajo. Con esto no se
niega la necesidad de una escuela, de un trabajo formativo. La televisión tiene
exigencias importantes para el actor que son verdaderos retos: capacidad de
respuesta a los cambios, gran poder de improvisación, memorización, respuestas
emotivas inmediatas con poca profundización en el estudio del texto, etc.;
pero, no requiere un actor tan preparado en todas las áreas del saber.
En cuanto al teatro, debemos
decir que el teatro que requiere un superactor es, a su vez, un gran teatro. Un
teatro comprometido con el arte. Un teatro que exprese la creación, la máxima
capacidad del hombre en la comprensión de su realidad y de su existencia. Este
teatro debe contar con actores formados para estos requerimientos artísticos.
Ahora bien, no hay plan
formativo, ni escuela de actores, que enseñen la sensibilidad artística. La
sensibilidad artística se genera a través del contacto con el arte: artistas y
objetos artísticos. Entonces, se puede decir que, el actor requerido se formará
con el ejercicio de su oficio dentro del teatro. El teatro mismo formará el actor
que requiere.
El cine, al igual que el
teatro, responde más a fines artísticos; pero, es menos exigente para el actor,
pues, la imagen es el elemento más sobresaliente. Lo cual no índica un trabajo
formativo de menor calidad, lejos de eso, el cine plantea al actor desafíos, a
tomar en cuenta, relacionados con el hecho de proyectarse la imagen en una gran
pantalla. Lo cual implica un trabajo de investigación , profundización de texto
- dado su carácter conciso: resume en
pocas palabras una idea, una intención - ; una gestualidad más comedida pero de
gran contenido, un personaje desarrollado, para permitir el trabajo discontinuo visto desde el punto de vista del personaje, una locación es más importante en términos económicos, por ello quizás termine filmándose el final antes que lo que justifica dicho final..
En el cine la
responsabilidad del actor es limitada. El cine tiene al director como el gran
responsable. El director es quien establece la secuencia de imágenes que
montadas unas al lado de la otra generan una propuesta particular sobre un
argumento.
La televisión, el teatro y
el cine tienen para el actor exigencias particulares, relacionadas con sus
limitaciones. Requieren un actor que se adapte a estas limitaciones y realice
un trabajo eficiente. Por lo cual, debemos decir que el mercado de trabajo no
requiere un superactor.
Olvídese de ese concepto tan dañino llamado SUPERACTOR.
La realidad es que producir
este superactor es un ideal, no existe una fórmula mágica para lograrlo, pues
aunque establezcamos las posibles condiciones para que él se genere, no hay
garantías. Y plantearse crear escuelas
para que se forme producen tal grado de exigencias que alejan aún más cualquier
posibilidad. Al final del camino lo formado no cumple con ninguna exigencia
mínima requerida por los medios donde él va a desempeñar su actividad. Es más
lógico, por tanto, plantear expectativas menos ambiciosas, estableciendo requerimientos adecuados a la realidad del mercado de trabajo, sin que esto
signifique mediatizar la educación. ¿Las vías de acceso pueden cumplir estos
requerimientos? Si, pero antes deben realizarse algunas modificaciones. Puesto
que estos planes ambiciosos de formación muchas veces presentan una pequeña deficiencia basada en la siguiente pregunta. ¿Cuál es el conocimiento
inherente a la formación actoral? En el establecimiento de estos planes
formativos para cumplir con el ambicioso objetivo de crear el superactor
olvidan la formación actoral propiamente dicha.
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